martes, 28 de agosto de 2018

Ser uno mismo




















Estamos atravesando días en que todos corren hacia no sé qué cosa, inmersos en un mundo de exposición, buscando la perfección y la aprobación social
El tiempo vale oro y lo perdemos trepados en un carrusel que no para y va cada vez más rápido. Y así se pierden valores y cosas que deberían importarnos más.
Pero es una buena señal detectarlo y entender que por allí no es el camino.  Es como de golpe frenar y reequilibrar el paso, buscar el norte.

La vida real, si uno desea y puede, es más lenta y menos tensionada. Tu éxito no depende de ninguna red social, tú no tienes que demostrar a nadie lo mucho que vales.

La vida es movimiento, y cuanto más cargada lleves la mochila de cosas que no sirven, más te va a costar caminar.  
Es verdad  que hay personas que se detienen a pensar y poner foco en el adentro, pero también es cierto que en éste escenario cuesta horrores.
Hay que encontrar el equilibrio, escucharse a uno mismo y no a la corriente.

Partir de la elección de ser, no de tener.  Es maravilloso sentir la libertad de elegir, lo que nos es afín y tiene nuestros valores. Ser fiel a uno mismo y escuchar nuestra voz interior que es la única que puede marcar nuestro ritmo natural.

El equilibrio, como todo en la vida, tiene matices, altibajos. Tomemos lo positivo desde lo natural. Desde lo que emana del corazón. Ese suele no equivocarse y si lo hace, igual tendrá solución.

Ojalá que encuentres adentro tuyo todas las respuestas a tus preguntas, que puedas saber cuándo subir y cuando bajar del carrusel desenfrenado, y que estés donde estés, sientas que es tu lugar y te llenes de paz.





Fotografía tomada en Julio 2018. Cuesta del Portezuelo. Catamarca. Argentina

jueves, 21 de junio de 2018

Invierno










Hermosos pañuelos en el cuello.
Leños encendidos.
Noches largas.
Sabor a café.
Películas acurrucados en un sillón.
Sopas humeantes.
Gorros de colores.
Chocolate caliente.
Receso escolar.
Mantas cálidas en la cama.
Tardes de tejido.
Gatos durmiendo al sol.
Calor de hogar.


¡¡¡Bienvenido Invierno!!!


domingo, 3 de junio de 2018

Casas de pájaros















Si hay aves que respeto y admiro, son los pájaros.

Son muchas las actitudes que rescato de ellos:
* Son disciplinados: se acuestan temprano y se levantan temprano.
* No importan las dificultades, si llueve salen a enfrentar el día igual.
* No requieren de grandes banquetes para alimentarse. Comen de a poquito lo que encuentran por ahí y se llenan.
* Alimentan a sus propios hijos sin pedir nada a nadie.
* Algunos, como el hornero, respetan el día de descanso, los domingos no trabajan. Créase o no, ellos saben cuando es domingo.
* y lo que más admiro de ellos: construyen su propio hogar. Sin herramientas, sin planos, sin mano de obra calificada, sin preparación previa, sin dinero, sin educación, sin saber hablar, ni escribir, ni nada...esas son excusas de los humanos.


Los pájaros no solo trabajan, sino que también saben reponerse con rapidez de las adversidades que se les presentan.
A veces, cuando la casita está a medio construir, se desata una gran tormenta y el viento tira abajo lo construido. No importa, al día siguiente con las primeras luces del día, comenzarán de nuevo. Reiniciarán la búsqueda de las mejores ramas para cimiento del nuevo hogar.



















¡Y qué bien construyen! Con cuánta precisión, con qué seguridad...



















Hasta realizan una pared en la entrada para que no ingresen el viento y la lluvia. Y algunos, como el pájaro azul, hasta decoran el nuevo hogar.



















Y lo hacen felices, y algunos cantando.



















Cuánto tenemos que aprender de los pájaros...



















Claro que las casas de pájaros que hoy les muestro son muy distintas a las de ellos.



















Estas las hice para stock de mi tienda y puse en ellas el mismo amor, dedicación y alegría que ponen los pajaritos que construyen sus hogares.


















Espero que les gusten y sientan la misma ternura que siento yo cada vez que las miro.
Gracias por leerme. Cariños.


miércoles, 16 de mayo de 2018

9 años



Un día como hoy, 9 años atrás, ingresaba al mundo de los blogs.
Los había descubierto hacía un tiempo y cada vez tenía más ganas del mío propio.
Inspirada por mujeres creativas, alegres, trabajadoras, curiosas, soñadoras que leía e iba descubriendo cada día, el 16 de mayo de 2009, abrí mi blog.
Y fue todo un mundo nuevo para mí. Con el transcurso del tiempo, conocí personas increíbles, de las cuales aprendí mucho y con algunas hoy sigo en contacto.
El blog cambió de nombre dos veces, hubo épocas de tres post por semana y luego no escribir por meses. Lo abandoné durante dos años y volví, y así fue todo este tiempo, un ida y vuelta, igual que la vida.
Y aunque hace más de un año que no escribo, no puedo dejarlo. No quiero.
Los blogs fueron y son para mí, de lo mejor que hay en la web. Aún bajo la absorción de las redes sociales, nada se compara al rinconcito en el que disponemos de tiempo y espacio para ser uno mismo.
Felices 9 años, querido blog. Gracias por todo lo que me diste. No quería dejar de saludarte en este día especial, aunque hoy aquí estemos solo vos y yo.




martes, 14 de febrero de 2017

Amor


"Al amor lo pintan ciego y con alas.
Ciego para no ver los obstáculos,
y con alas para salvarlo".






¡Feliz día de los enamorados!

jueves, 5 de mayo de 2016

Reciclado, sencillo y colorido


Todas hemos demostrado que con poco hacemos mucho y lindo.
A veces ni siquiera gastamos una moneda porque todo lo tenemos en casa.
Y el trabajo de hoy no es una excepción.

Tenía dando vueltas un recorte de telgopor y pensé en hacer un cuadro.
Reciclado, sencillo y colorido. Así lo quería.

Empecé a buscar en la web y encontré uno que me gustó y puse manos a la obra para hacerme uno igual, o casi igual.

Con trozos de hojas impresas en desuso le hice una cartapesta al telgopor para darle firmeza. La idea era que se noten los bordes de los recortes, queda más lindo el fondo con relieves.
Con una sola capa de cada lado fue suficiente.


Luego le di dos manos de acrílico negro. Ese sería el fondo.
Y allí comenzó la parte más divertida: buscar hojas de revistas con estampados y diseños coloridos para cortar hojas de tres tamaños.



Hojas que luego quedarían convertidas en pétalos.


Armé el diseño y fui pegando con paciencia. Hasta que se formó la flor de los mil pétalos.
Bueno, no... no son mil, pero parece que lo fueran.


Para el centro pinté de plateado un botón con relieve.
Luego di una capa de barniz acrílico para proteger.


Y listo el cuadro. Tal como yo lo quería: reciclado, sencillo y colorido.


Y no gasté un centavo.
Un trabajito ideal para compartir en el viernes frugal de Marcela.
Ojalá que les guste tanto como me gustó a mí hacerlo.

Cariños y buen fin de semana!!



miércoles, 20 de abril de 2016

En azul


Sigo sin entender el motivo que lleva a producir macetas negras. Se ven tan poco agraciadas a la vista que estoy segura que ninguna planta puede crecer feliz en ellas.
¿A quien le gustaría vivir en una casa negra? A nadie.

Pensando en la felicidad de mis plantas es que voy pintando cada maceta negra que llega a mis manos. Como la que les muestro hoy.


Primero di una capa de blanco para borrar lo antes posible tanta oscuridad.


Y luego elegí el color que le iba a dar.
Buscando opciones vi un mueble pintado en degradé y fue el disparador para cambiarle la cara a la maceta.
Elegí los tonos azules pensando que iba a quedar muy pintoresca y no me equivoqué.


Hice el degradé a la inversa, en vez de ir del oscuro al claro, fui del claro al oscuro.
Quise que el tono más oscuro quede en la parte superior porque es donde está en contacto con la tierra y se ensucia fácilmente al salpicar con el riego o agregar tierra.
En la separación de cada tono le hice unos puntitos en blanco y le dio más luminosidad.


Tenía una planta que había crecido mucho y estaba muy apretada en otra maceta.
Ahora se mudó a su nueva casa y miren como se lucen sus hojas.


Desconozco su nombre, eran tres gajitos del tamaño de un dedo que encontré en la calle, los enterré y con el correr de los meses se convirtió en una planta hermosa.

Y ahora sí, maceta reciclada y planta feliz.



Con este trabajo me sumo al Desafío color azul, organizado por Lorena.

Cariños a todas.





lunes, 28 de marzo de 2016

Por estos días...


Ando disfrutando de todo.
De las flores de verano que se resisten a marcharse y de los primeros fríos matutinos.


De los árboles que comienzan a marchitarse lentamente y de las tardes aún calurosas.
De las lluvias repentinas y los cielos de colores.


De los trabajos atrasados y de los nuevos proyectos.


De las últimas tardes de mates al aire libre y de las noches cubiertas con una manta.




Todas contradicciones que disfruto a más no poder.
Y sé que el culpable de todo es el Otoño, que me hace ver las cosas de otra manera. Con más calma, con más optimismo, con alegría y brillo en la mirada.
Ay Otoño...¿Como es posible que me enamores de esa manera?.



lunes, 21 de marzo de 2016

Otoño



Al fin ha llegado mi querido Otoño.
Mi estación preferida del año, la que más disfruto y espero
Lentamente todo se tornará de tonos rojizos, marrones, ocres, dorados.
Los paisajes serán de ensueño bajo una lluvia de doradas hojas.
Las mañanas frescas, las tardes cálidas, las noches frías.
Vuelven las ganas de encender el horno, preparar café y chocolate caliente, sentarse al sol, retomar el tejido, taparse con una manta a ver televisión y compartir más momentos junto a la familia al calor del hogar.
Bienvenido Otoño de mi corazón.


"La vida vuelve a empezar
cuando refresca en otoño"
                                                                      Scott Fitzgerald




La fotografía es extraída de Internet. Desconozco su autor.

jueves, 4 de febrero de 2016

El frasco de las alegrías


Uno de mis propósitos para este año, es el de agradecer.
Agradecer más.
Agradecer a la vida. Agradecer a Dios. Agradecer a quienes nos rodean.

El universo tiene suficiente potencial para todos, y si agradecemos, recibiremos mucho más.
Y no me refiero solo a lo material, sino a los afectos, las alegrías, la suerte, las sorpresas del destino, las situaciones que nos tocan vivir de forma inesperada y nos llenan de felicidad y nos preguntamos el por qué a nosotros.
Nunca tenemos la respuesta, el universo nos envió ese maravilloso regalo para que lo disfrutemos y no hay explicación alguna.
Ante eso solo nos queda agradecer, por haberlo vivido, por haberlo disfrutado y para que el universo nos envíe más.


En los últimos días de diciembre, busqué un frasco de tamaño medio. Lo lavé bien, le pinté la tapa que estaba algo deteriorada, y lo adorné con una tira de monedas de cotillón.




 Busqué restos de papeles alegres y coloridos que me quedan de trabajos.
Pequeños trocitos en los que pueda escribir dos líneas.



Y el 1° de enero, escribí mi primer agradecimiento: el de vivir ese día.
Amo el 1° de enero, es mi día preferido del año. Me gustaría que todos los días fueran 1° de enero.



Comencé el año agradeciendo mucho: reunión con amigas, risas, hermosos momentos, regalos sorpresivos de mi madre, encuentro de objetos que no sabía que tenía, llamados de personas que extraño, plantitas que brotaron, una nueva receta que me salio muy bien, objetos que deseaba y pude comprar, en fin, pequeñas situaciones que me sacan una sonrisa.



En el transcurso del año no me voy a acordar de estas situaciones, por eso las anoto, las guardo en mi frasco de las alegrías. Para que el universo me envíe mas.

Para navidad, voy a sacar todos los papelitos y los leeré recordando las cosas lindas que he vivido en el 2016 y que ya no recordaba.
Estoy segura que cuanto más agradezca más recibiré.


Y ahora me voy de visita a la casita virtual de Marcela, a conocer los hermosos reciclados de las amigas blogeras. Son pura inspiración.
Cariños