Cuesta arriba

Así han sido éstas últimas 3 semanas en mi vida. Mucho esfuerzo y voluntad para todo, debido a los problemas de salud que conté en mi último post.
Sin poder moverme mucho ni salir de casa, mi vida se desestabilizó laboral, personal y educativamente. Con licencia en el trabajo, mucho reposo y sin poder rendir los exámenes de la carrera que curso.

No lo he pasado nada bien, pero gracias a Dios ya estoy mucho mejor y con grandes avances de recuperación.

El estar enfermo hace que uno se de cuenta de lo importante que es la salud, el cuidarnos, el querernos.
Que pena que sólo razonamos cuando nos sentimos mal, no tomamos conciencia de la importancia de estar sanos y poder llevar una vida normal y desenvolvernos sin problemas.
En mi caso va quedando como un mal recuerdo. Me siento bien y le agradezco a Dios por ello.

Y aprovechando el reposo obligado, terminé un montón de trabajitos a medio empezar.
Como por ejemplo todos los llaveritos que tenía cortados desde hacía tiempo.

Los hice con pedacitos de tela que me van quedando de otros trabajos.

Son rectángulos de aproximadamente 8 x 6 cms., que luego corté con la forma deseada.
Y las alitas son pedacitos más pequeños aún.
Para los ojos utilicé botones de camisas en desuso que, obviamente, antes de tirarlas les quito los botones.

Con el cartón de una caja, un trozo de telgopor y hojas de un libro viejo, armé una base para exponerlos en las ferias.

Los elefantitos a rayas los hice a pedido para un bebé que celebraba su primer añito y bautismo.

Estos trabajitos son una linda manera de aprovechar recortes de tela, además llevan muy poco relleno y por su tamaño se hacen rápido.

Como ven, traté de entretenerme de la mejor manera y le puse mucho color a mis días grises.
Espero que les guste.

Me voy a visitar a Marcela, quiero ver qué han hecho por estos días mis colegas del finde frugal. Besos a todas