Lo bueno de reciclar, restaurar y reutilizar, es que además de darle una nueva oportunidad a un objeto, encontramos y recibimos cosas muy lindas para despuntar nuestro vicio creativo.
Seguramente ustedes, al igual que yo, ya tienen acostumbrados a familiares, amigos y vecinos a no tirar cosas que pueden ser reutilizadas. Y no precisamente porque ellos las reciclen, sino para que las guarden para nosotras ¿No es así?
Quienes me rodean guardan cajones, telas, botellas, frascos, marcos, etc. siempre pensando en mi, y yo acumulo y acumulo...bueno, ya saben, ustedes hacen lo mismo ¿verdad?
En éste caso, una amiga se apareció en casa con una bolsa de tarritos de cartón, de los de dulce de leche, y me dijo "hace mucho que los vengo guardando para vos".
Y yo, feliz de la vida, busqué pinturas, servilletas, telas, puntillas y con mucho amor les fui poniendo color.
De ser unos simples tarritos de cartón marrón, pasaron a convertirse en una hermosas cajitas que pueden ponerse en cualquier lugar sin pasar vergüenza.
A algunas las hice románticas, en rosa y blanco, con florcitas y corazones.
A otras las pinté en colores más jugados.
No podía faltar una en rojo y blanco.
Como tampoco podía faltar una con la técnica del craquelado (amo el craquelado!!!)
Que lindo es reciclar y ver las fotos del "después" .
Y que lindo es compartir nuestros trabajos entre amigas, con la ilusión de que quizás algo de lo que publicamos sirva de inspiración para que alguien de una nueva oportunidad a algún objeto que encontró o le regalaron, como a mí.
Por eso me gusta participar en el finde frugal de
Colorín Colorado, porque somos muchas las que reciclamos con amor y compartimos cada nueva vida de un objeto con amigas de diferentes ciudades y países.
No hay distancias para compartir el arte.
Me voy a visitar a Marcela. ¿Vienen conmigo?
Un beso enorme y buen fin de semana para todas.